25/08/2006 - Buenos Aires - La reunión, que concluirá mañana, sábado, se celebra en la ciudad de Rosario, 300 kilómetros al norte de Buenos Aires, presidida por Adolfo Stubrin y con la presencia del ex presidente argentino Raúl Alfonsín (1983-1989) y del titular de la fuerza, Roberto Iglesias.
La convención nacional, la máxima instancia de deliberación de la fuerza política fundada en 1891, tiene en esta oportunidad el objetivo de adoptar una posición común de cara a los comicios presidenciales del próximo año.
Los grandes ausentes son los llamados "radicales K", grupo formado por cinco de los seis gobernadores radicales, 183 alcaldes y un centenar de concejales que respaldan abiertamente al Gobierno del peronista Kirchner dentro de un espacio amplio denominado "Concertación Plural".
Estos dirigentes habían resuelto el lunes pasado acudir a la convención radical, pero ayer, jueves, desistieron de ir tras alegar que la conducción de la UCR pretende aprobar en la convención, sin mediar debate, un documento en el que se ratifica el papel de oposición al Gobierno.
El vicegobernador de Santiago del Estero, Emilio Rached, consideró hoy en una rueda de prensa que "el documento de Rosario, lo firme quien lo firme, carece de representatividad y legitimidad ante los radicales".
Por contra, el titular del bloque de senadores de la UCR, Ernesto Sanz, tachó de "infantil" el argumento dado por los "radicales K" para no acudir a la convención y opinó que lo que hicieron fue "blanquear" la "decisión tomada de irse con el presidente" Kirchner.
Estos últimos pretenden que su partido les dé "libertad de acción" para decidir a qué candidato respaldar en los comicios generales de 2007, al tiempo que rechazan que la UCR acompañe la postulación a presidente de Roberto Lavagna, quien dimitió en noviembre pasado como ministro de Economía y ahora mantiene un público enfrentamiento con el Gobierno.
Entre los "radicales K" destaca la figura del gobernador de la provincia de Mendoza, Julio Cobos, a quien muchos ven como un posible candidato para acompañar a Kirchner en una fórmula presidencial.
El diputado mendocino Alfredo Cornejo consideró que al "despreciar la posición de cinco gobernadores y 183 intendentes", la conducción del partido "está provocando una fractura" en la UCR.
La UCR, que sufrió dos grandes procesos de escisión en 1924 y 1956, vivió en los últimos comicios presidenciales, en abril del 2003, el peor revés electoral de su historia cuando su candidato, Leopoldo Moreau, quedó en el sexto puesto con sólo un 2,3 por ciento de los votos.
La derrota fue considerada una consecuencia del desprestigio en el que fue cayendo el partido tras las salidas anticipadas del gobierno de Alfonsín y de Fernando de la Rúa (1999-2001), esta última en medio de un estallido social que dejó una treintena de muertos. EFE