26/08/2006 - Beirut - Cavini ha realizado una visita de dos días al sur libanés, acompañada por el doctor Ricardo Solearques, jefe de Médicos del Mundo, para evaluar la situación en la región y supervisar la llegada de ayuda a sus habitantes.
"La gente ha regresado al sur, pero no tiene casas ni trabajo, y tampoco ha habido cosecha este verano. No hay fábricas y la actividad comercial está frágil, mientras que el paro es masivo", lamentó.
La Unión Europea concedió 20 millones de euros para la ayuda humanitaria destinada a las ONG internacionales, en especial a las europeas, las agencias de las Naciones Unidas y al Comité Internacional de la Cruz Roja.
"Hemos gastado, hasta ahora, unos 15 millones de euros para las necesidades de urgencia a las que tuvieron que hacer frente las ONG. Se han hecho hasta ahora dos evaluaciones y preparamos un plan para aplicarlo en septiembre", agregó Cavini.
Durante su gira por el sur Cavini y Solearques visitaron las aldeas de Sabtin y Markaba, así como la región de Nabatieh.
Cavini se declaró impresionada por las destrucciones que pudieron constatar, a lo que se junta el problema de las bombas de fragmentación arrojadas por la aviación israelí.
Se calcula que un 20 por ciento de estas bombas aún no han explotado y cada una de ella encierra en su interior miles de otras que podrían provocar una verdadera hecatombe.
"Uno de los mayores problemas es el agua. Hacemos proyectos de distribución y tratamos de ayudar a la reestructuración de las redes de agua", destruidas por los ataques israelíes, dijo Cavini.
"No esperaba ver tanta destrucción. Había estado en otras partes donde ha habido guerra, pero la destrucción no era tan masiva. Los ataques han sido selectivos. Hay aldeas intactas y otras con una destrucción intensa", agregó.
También señaló que la mayoría de las personas que han regresado "viven en casas de familiares y amigos. Son gente frágil y sobreviven gracias al tejido social libanés".
"Muchos necesitan apoyo psicológico, sobre todo los niños y los ancianos. Por ello enfocamos una acción a este nivel en la próxima etapa", añadió.
Por su parte, Solearques lamentó que "la destrucción es enorme", y señaló que uno de los problemas mas graves para la salud es la falta de agua, que requiere una intervención muy complicada".
Este médico español dijo que una de las cosas que más le llamó la atención fue que "hay muy pocos niños en los sitios más castigados" por la ofensiva israelí ya que sus padres los han dejado ya sea en Beirut, Sidón o en otros lugares más seguros.
"Hay muchos ancianos, que necesitan medicamentos", agregó Solearques, aunque indicó que, gracias a la apertura de las carreteras, pronto se podrá organizar la ayuda sanitaria.
Otro de los problemas que observó es la falta de escuelas, debido a que muchas de ellas han sido destruidas por los bombardeos israelíes.
Recordó también que se necesita que no se abandonen las campañas de vacuna, indispensables para los menores.
"Se necesita una intervención estructural para la reconstrucción", añadió, señalando que observó una voluntad de coordinación entre las diferentes asociaciones que ayudan a la población del sur. EFE