30/09/2006 - Brasilia - Los electores podrán optar entre 16.038 candidatos de un total de 29 partidos políticos, entre ellos siete aspirantes a la Presidencia de la República, 341 al Senado, 4.955 a la Cámara de Diputados, 9.774 a las Asambleas Legislativas regionales y 290 al cargo de gobernador en los diversos estados.
Según las estadísticas del Tribunal Superior Electoral (TSE), 125.913.479 brasileños están habilitados para votar en las elecciones de este año en el mayor país latinoamericano, donde el voto es obligatorio para ciudadanos de entre 18 y 70 años.
Pese a la obligatoriedad del voto, la abstención suele ser considerable. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 2002 fue del 17,74 por ciento.
Los electores podrán acudir a los 91.244 locales de votación (207 de ellos en el exterior), que contarán con 432.000 urnas electrónicas, para las que serán las segundas elecciones presidenciales y legislativas totalmente digitalizadas en la historia del país.
Las urnas electrónicas, pequeñas terminales informáticas desarrolladas por Brasil y ya exportadas a varios países latinoamericanos, agilizan tanto la votación como el escrutinio.
Los colegios electorales estarán abiertos entre las 8.00 y las 17.00 horas de Brasilia (entre 11.00 y 20.00 GMT), pero, como en el país hay tres husos horarios, los colegios en el estado de Acre, el más occidental, no cerrarán hasta las 22.00 GMT.
Los resultados oficiales de las elecciones presidenciales, por lo mismo, sólo podrán ser divulgados a partir de las 22.00 GMT, pero las autoridades electorales calculan que ya habrán escrutado cerca del 90 por ciento de los votos hacia la medianoche (03.00 GMT del lunes).
En Brasil, una república federativa, los mandatos del presidente, los gobernadores y los miembros de la Cámara de Diputados y de las asambleas legislativas son renovados a cada cuatro años.
Los senadores, tres por cada uno de los 27 estados del país, son elegidos para mandatos de 8 años en elecciones alternadas. En esta oportunidad serán renovados 27 de los mandatos (uno por cada estado) y en 2010 estarán en juego los cargos de los 54 elegidos en 2002.
Esta será la segunda vez en la historia del país que un presidente podrá intentar la reelección, figura introducida en la constitución brasileña en 1997. El primero en beneficiarse fue Fernando Henrique Cardoso, que fue reelegido en 1998.
El líder socialista Luiz Inácio Lula da Silva, que asumió la Presidencia en 2003, también intentará ser reelegido y figura como favorito en las elecciones.
El jefe de Estado, con el 50 por ciento de las intenciones de voto, puede garantizar su reelección mañana sin necesidad de disputar una segunda vuelta, prevista para el 29 de octubre en caso de que ninguno de los candidatos obtenga más de la mitad de los votos.
La segunda vuelta también está prevista en esos casos para la elección de los gobernadores.
Las encuestas descartan la posibilidad de una amplia renovación en el Parlamento pese a la actual desgastada imagen del Legislativo, que en el último año ha sido blanco de numerosas acusaciones de corrupción e irregularidades.
En las última semanas cerca de un centenar de diputados y senadores fueron acusados de haber recibido sobornos a cambio de aprobar enmiendas al presupuesto destinadas a la compra de ambulancias por precios muy superiores a los del mercado. De ellos, al menos 56 aspiran a ser reelegidos.
En los últimos años el promedio de renovación en el Parlamento ha sido de cerca del 51 por ciento. Llegó a ser del 62 por ciento en 1990, pero cayó al 46 por ciento en 2002.
De los actuales 126 millones de electores, 86.360 residen en el exterior, un 51,53 es femenino, un 6,57 por ciento es analfabeto y apenas un 3,33 por ciento tiene título universitario.
Sao Paulo, el estado más rico y poblado de Brasil, puede ser decisivo en las elecciones debido a que es el mayor distrito electoral, con el 22,27 por ciento de los votantes. EFE