03/10/2006 - Buenos Aires - El titular del órgano de control del Estado reveló que el pasado fin de semana recibió un llamado telefónico intimidatorio y comparó esa situación con las amenazas de las que han sido objeto en los últimos días más de una veintena de jueces y fiscales.
"Esto es generalizado. Hay mucha otra gente que vive este tipo de circunstancias", dijo Despouy, quien también se desempeña como relator especial sobre independencia de jueces y fiscales de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Las amenazas han sido dirigidas principalmente hacia jueces y fiscales que investigan diferentes causas sobre crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar que gobernó Argentina de 1976 a 1983.
Las intimidaciones comenzaron tras la desaparición de Jorge Julio López, quien testificó en el juicio contra el ex policía Miguel Etchecolatz, condenado a reclusión perpetua por "genocidio", y está en paradero desconocido desde hace 16 días.
Dos de los magistrados que enjuiciaron al ex comisario recibieron hoy cartas amenazantes similares a las que habían sido enviadas anteriormente al presidente del tribunal y el fiscal que intervino en el proceso contra Etchecolatz.
En tanto, Despouy relató que el último domingo recibió en su casa un llamado telefónico en el que dos hombres le dijeron que habían "secuestrado por error" a su madre y su hermana, cosa que luego comprobó que era falsa.
"Terminado el episodio, corté la comunicación. Luego, pasando por el interior de la casa, vi que había en ese momento un patrullero (móvil policial), dos personas que subían y en ese momento se alejaban. Por eso he pedido a la policía si puede darme un movimiento del patrullaje en ese momento", explicó.
Mientras, las autoridades de la provincia de Buenos Aires reanudaron hoy la operación de búsqueda de López, de 77 años, quien antes de desaparecer misteriosamente aseguró ante los jueces que fue torturado por Etchecolatz durante la dictadura.
El gobierno bonaerense ha ofrecido una recompensa de 64.000 dólares a quien aporte datos sobre el paradero del testigo y no ha descartado la posibilidad de que en su desaparición estén implicados policías del distrito más poblado del país.
López padece mal de Parkinson y no ha podido ser hallado a pesar de que se utilizaron métodos de búsqueda inéditos en Argentina, como el envío de 25 millones de mensajes de texto a teléfonos móviles o el reparto de fotografías del septuagenario en estaciones de peaje de distintas carreteras, entre otras acciones.
El abogado de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de la ciudad de La Plata, Oscar Rodríguez, reconoció que al no existir novedades en este caso "el paso del tiempo da fuerzas a la eventualidad de un secuestro" como hipótesis más firme. EFE