03/10/2006 - Buenos Aires - "Hemos avanzado una barbaridad", aseguró el ministro de Salud, Ginés González García, dos días después de que entrara en vigor en la capital argentina una ley que prohíbe fumar en espacios públicos cerrados, igual a la que rige en otras ciudades del país.
En declaraciones a la emisora de radio local Continental, el ministro afirmó que las mejorías comenzaron hace tres años con la implementación del Programa Nacional de Lucha contra el Tabaco, si bien destacó la importancia de la norma que rige en Buenos Aires desde el pasado domingo.
Como parte de esa iniciativa oficial, se refirió a la creación de las "empresas libres de humo" y a un programa que sortea una suma de dinero para el que certifica que ha dejado de fumar.
"Argentina ha cambiado notablemente, pero no sólo porque tengamos leyes como la de Buenos Aires, la de Córdoba, la de Santa Fe o la de Tucumán, sino porque hay una conciencia distinta en cada uno de nosotros, de cuidarnos, primero, y de no perjudicar al otro después", explicó.
La ley que entró en vigor el domingo en la capital del país prohíbe fumar en todos aquellos lugares públicos cerrados que tengan una superficie menor de 100 metros cuadrados.
En el caso de que los locales posean una superficie mayor, los propietarios podrán disponer de una zona para fumadores que no abarque más del 30 por ciento del comercio y que cuente con la ventilación adecuada.
La denominada "ley anti-tabaco" prevé multas de hasta 2.000 pesos (650 dólares) para los responsables del establecimiento en caso de no cumplir con la norma.
Según datos oficiales, en Argentina fuma el 33,5 por ciento de la población adulta, lo que equivale a ocho millones de personas, y hay 500 jóvenes por día que comienzan a fumar con edades de inicio cada vez menores (entre 12 y 13 años).
Además, cien fumadores mueren por día y se gastan más de 12 millones de pesos (3.900.000 dólares) diarios en atender enfermedades relacionadas con el cigarrillo. EFE