03/11/2006 - Gualeguaychú - También fue cortado hoy el acceso al puente que une a la vecina ciudad de Colón con la uruguaya de Paysandú, con el idéntico fin de "llamar la atención" a los jefes de Estado que asisten a la XVI Cumbre Iberoamericana en Montevideo.
La protesta, la vigésima en los últimos trece meses, afecta a dos de los tres pasos fronterizos entre ambas naciones y durará hasta el domingo, cuando concluye la cita iberoamericana y los manifestantes decidirán en asamblea si mantienen el bloqueo.
"Nadie nos escucha, no se habla de contaminación sino del corte del paso fronterizo: nos han obligado a ello, es la única forma de que nos presten atención", declaró a Efe la secretaria de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, Marta Gorosperrazú.
Para cortar la ruta de acceso al puente que une a Gualeguaychú con la ciudad uruguaya de Fray Bentos, donde la finlandesa Botnia construye una planta de celulosa, se levantó una pared de 1,5 metros de alto que simboliza "el muro que ya crece poco a poco, el que las autoridades no quieren ver", apuntó a su vez Orlando Piaggio.
"El muro es la chimenea de la planta de Botnia y a él contribuyen Finlandia y el Banco Mundial, que prevé financiar a la papelera", subrayó.
El muro "simbólico" de ladrillos y cemento llevados por los manifestantes ha sido levantado sobre una tela plástica, para no dañar la carretera que conduce al puente hacia Fray Bentos y poder derrumbarlo luego fácilmente cuando concluya la protesta, si es que se decide interrumpirla.
Fue "inaugurado" por dos vecinos disfrazados con las máscaras y las vestimentas de los presidentes argentino, Néstor Kirchner, y uruguayo, Tabaré Vázquez, anfitrión de la cita iberoamericana en la que está prácticamente descartado un encuentro entre ambos.
En medio del agravamiento del conflicto, Vázquez ha dicho que "mientras haya cortes (de pasos fronterizos) no habrá diálogo" con Kirchner.
"Finlandia-Auschwitz" y "Si no querés hacer las valijas e irte de Gualeguaychú, participá" dicen algunas de las pancartas de los manifestantes que bloquean el paso fronterizo bajo la custodia de diez gendarmes.
"Reducimos la pobreza para mejorar la calidad de vida...y además construimos muros", dicen irónicas leyendas debajo del logotipo del Banco Mundial que llevaban los vecinos que levantaron la valla.
Las protestas de los pobladores de Gualeguaychú, "capital nacional del Carnaval" sustentada por el turismo y la actividad agropecuaria, "no tiene dirigentes, es un movimiento incontrolable por los políticos", aseguró Piaggio.
La crispación popular parece darle la razón. El valor de las propiedades se ha depreciado en un 30 por ciento en promedio desde hace unos meses, cuando la chimenea de la planta de Botnia comenzó a verse claramente desde la playa de Ñandubayzal, en el lado argentino del río Uruguay.
"Hemos levantado los bloqueos cada vez que nos han prometido un diálogo en pos de una solución. Es precisamente Vázquez quien incumplió el pacto de marzo pasado con Kirchner de suspender las obras de las papeleras para negociar", subrayó Gorosperrazú.
A "título personal", la secretaria de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú se siente "decepcionada" tanto por Kirchner como por Vázquez.
"Deberían haber actuado apenas Botnia cercó el terreno para construir su planta. La empresa debió haber pedido la licencia social que se exige en los países desarrollados", puntualizó.
"Fuimos siempre gente tranquila y en estos meses hemos tenido que aprender a hacer bloqueos: vamos a demostrarle a los presidentes iberoamericanos que estamos luchando por la preservación del medio ambiente", agregó.
Al igual que los habitantes de Gualeguaychú, esta maestra de escuela rural ahora jubilada teme que crezca el encono con los vecinos uruguayos y que el río que los une más que los separa "termine como el Riachuelo", de Buenos Aires, quizá el más contaminado del país, "que ahora van a tardar 20 años en limpiar".
A pesar de que los estudios de impacto ambiental del Banco Mundial, el defensor de la fauna Alfredo Casella está "seguro" de que la planta de Botnia "tarde o temprano va a matar" al río Uruguay y diezmar sus 118 especies de peces, la fauna y la flora regional.
La española Ence, que también proyectaba levantar una papelera en Fray Bentos, ha anunciado que trasladará su planta a otra zona del territorio uruguayo que aún no ha definido. EFE