05/11/2006 - Buenos Aires - Un total de 104 sindicatos manifestaron el viernes su apoyo "incondicional" a Moyano, cuyo liderazgo había quedado debilitado tras la batalla campal que rodeó al traslado de los restos del tres veces presidente Juan Domingo Perón.
"Nadie va renunciar y yo no tengo ningún interés de aferrarme (a un cargo). Nadie me va a venir a correr con la vaina, de guapo nadie me va a venir a correr", afirmó el jefe sindical, en declaraciones a radio Del Plata, de Buenos Aires.
Moyano evitó entrar en polémica con Juan Pablo Medina, el líder del gremio de los obreros de la construcción en la ciudad bonaerense de La Plata, que pidió públicamente su renuncia.
En medio del tenso encuentro realizado el viernes en la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT), Medina logró entrar al edificio pero no pudo ver a Moyano.
Medina, cuya agrupación protagonizó violentos enfrentamientos con los camioneros el pasado 17 de octubre en la finca de las afueras de Buenos Aires a la que eran trasladados los restos de Perón, responsabilizó a Moyano de los disturbios.
En cuanto a los incidentes, Moyano consideró que "será la Justicia la encargada de identificar a los culpables".
"Todo tiende a convencernos (en la CGT) que los disturbios estaban preparados con alguna intención de perjudicar a la CGT y al Gobierno", señaló el líder gremial.
El encuentro del viernes fue convocado para respaldar a Moyano ante la embestida de los gremios que buscan su salida de la CGT, cuyos representantes se reunieron el pasado miércoles pero no lograron consensuar una declaración en ese sentido.
Los dirigentes que cuestionan a Moyano, quien encabeza además el gremio de los camioneros, no asistieron el viernes al plenario de secretarios generales de la central obrera.
En este grupo opositor se encuentran los dirigentes alineados a Luis Barrionuevo, líder del sindicato de trabajadores gastronómicos; los "Gordos", como se denomina a los representantes de los gremios más numerosos del país, y los "independientes". EFE