23/08/2007 - Buenos Aires (EFE).- El preso fugado fue identificado como Javier Freccero Merlo, tiene 23 años y es "de extrema peligrosidad", según reconoció el juez Franco Fiumara antes de admitir su preocupación debido a que el reo le amenazó de muerte el día que el tribunal que preside le sentenció a prisión perpetua.
"El día que lo condenamos por asesinar a dos policías, Freccero Merlo me insultó y me dijo que me mataría cuando saliera de la cárcel", enfatizó el juez en declaraciones a medios locales.
Fiumara consideró "una vergüenza" la forma en que se fugó el delincuente y aseguró que pedirá explicaciones al Servicio Penitenciario Bonaerense.
"Después de haberme amenazado en la cara, me llamaba desde el penal e incluso sus padres venían a visitarme con la intención de presionarme", señaló el juez.
La fuga de Freccero Merlo de un penal de la ciudad de Campana, a unos 70 kilómetros al norte de la capital argentina, ocurrió el martes último, cuando el reo aprovechó la visita de su madre y su hermana para vestirse en un baño con ropa de mujer.
Los agentes dijeron haber advertido la fuga cuando la hermana del delincuente, que al parecer llegó vestida al penal con una doble muda de ropa, pidió salir del establecimiento ante la sorpresa de los guardias, que ya tenían registrada su salida.
Las autoridades del Servicio Penitenciario decidieron hoy cesar al jefe de visitas y a otros cinco guardias, además de iniciar un sumario administrativo para determinar sus responsabilidades en el hecho.
"Es un delincuente de los catalogados pesados. Aparte de la condena a prisión perpetua por los asesinatos de los policías, estaba relacionado a una serie de asaltos a bancos en la zona norte de Buenos Aires", subrayó el juez.
Fuentes del Servicio Penitenciario precisaron que el preso estaba catalogado como "conflictivo", tuvo un intento de fuga frustrado en enero último y fue trasladado dentro del penal por problemas de convivencia con otros internos.
Freccero Merlo fue condenado a prisión perpetua en diciembre de 2004, junto a otros tres cómplices, después de ser hallados culpables por el homicidio de dos policías que custodiaban una sede postal a la que los delincuentes fueron para robar. EFE
