23/08/2007 - Buenos Aires (EFE).- Después de investigar el tema durante veinte años, la arquitecta argentina María Emilia Rabuini concluyó que en La Boca existieron dos paletas de colores muy marcadas: la de los barcos y la del pintor Benito Quinquela Martín (1890-1977).
La Boca, situado junto al puerto de Buenos Aires, es uno de los barrios más tradicionales y coloridos de la ciudad y el célebre Quinquela Martín vivió y trabajó allí, además de dedicarle gran parte de sus obras.
Rabuini dijo a Efe que a través del cateo y el análisis de documentación y de cuadros de Quinquela Martín y de pintores del siglo XIX como Alfredo Lazari o José Arsidiacono, comprobó que "la paleta de hoy en día no respeta la historia porque son colores llamativos y formas geométricas por el simple hecho de atraer al turista".
"La paleta de los barcos ofrecía unos colores menos saturados y con tonos menos vibrantes y se localizaba principalmente en el corazón del barrio, mientras que la de Quinquela apostaba por colores más vibrantes", explicó la arquitecta.
A pesar de estas diferencias, Rabuini observó que en ambas paletas, la de los barcos del siglo XIX y la de Quinquela Martín de principios del XX, "los colores verdes, ocres, rosados y azules eran los más recurrentes con diferentes grados de saturación".
Con este estudio, que apuesta por la recuperación cromática de La Boca, Rabuini pretende "identificar a los inmigrantes y poner en valor el optimismo que mostraban al darle identidad a sus casas".
Los colores originales de este barrio porteño se deben básicamente a la voluntad de los inmigrantes italianos y de otros países europeos de crear una identidad y una cultura propias en su nuevo lugar de residencia.
La variedad de tonos de numerosos edificios de La Boca también obedeció a que los vecinos pintaban las fachadas de los inquilinatos en los que vivían con los restos de las pinturas que dejaban los barcos en el puerto de la ciudad.
La influencia de la inmigración en la cromática de La Boca queda también demostrada en el estudio al comparar la paleta de colores de este barrio porteño con las de otras ciudades portuarias europeas, concretamente las italianas Génova y Santa Cruz de la Palma.
"Al comparar la paleta vieja de los conventillos (inquilinatos) con los colores de estas ciudades europeas realmente vi que tenían las mismas bases y por lo tanto no hay que perder esta parte de la historia", argumentó Rabuini.
La paleta actual de este barrio, que hoy cumple 129 años, también se ha visto influida por la inmigración, "pero ya no europea sino latinoamericana y por lo tanto se observan colores mucho más saturados", concretó.
La empresa local de pinturas Tersuave patrocinó el estudio y ha generado 24 colores de la paleta de los barcos y 18 de la de Quinquela Martín para ofrecer una carta de colores originales de La Boca, según explicó a Efe Jorge Polo, gerente de la compañía.EFE