Marcar la senda

 

Mirar para atrás y reconocer que el año no fue un páramo. Que hubo siembra y también cosecha. Que los sueños se afincaron y se apropiaron de la idea. Esto es Brujas Shoes.

Tomar un lápiz y, acto seguido, escribir. Sostener el pincel y dar el primer trazo sobre el lienzo. Subir al escenario y ser otro. El arte, en sus muchas expresiones, demanda al ser humano cultivar una sensibilidad especial para poder transformar su realidad en algo bello. En este escenario lanzó su pluma Sofia Papetti. Soñaba con su proyecto de zapatos e hizo sus pininos comprando y vendiendo, hasta que empezó a intervenir algunas de sus compras como un modo de apropiárselas. Finalmente agarró las herramientas de artista y se puso a dejar su arte de puño y letra en los pies de sus clientas.

«En los momentos de crisis sólo la creatividad es más importante que el conocimiento», decía el gran Albert Einstein. Cuándo las personas pierden el miedo a la incertidumbre más creativos se vuelven. La creatividad nace de la angustia. En tiempos de crisis nace la inventiva a descubrimientos y a grandes estrategias. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos los días son rutina.

Brujas Shoes nace acunada por Sofia Papetti en esas lides de darse aire de emprendedor y transformar la idea nube en paisaje concreto. Ella propone una nueva colección donde comodidad y libertad son consigna. La idea es el zapato que te acompaña durante toda la jornada. De este modo acompaña la tendencia de las pasarelas virtuales de las últimas jornadas de la moda que se caracterizaron por el emblema del zapato cómodo, que no abandona en absoluto la vertiginosa inspiración para que recortes y accesorios,  aplicaciones y texturas se sumerjan en cada pieza a fin de darle un espíritu personal, tal como si de una escultura se tratara.
Los Malasia llegan con doble hebilla y una potente contención del tobillo para andar sin parar. Kira repite la dobe hebilla, pero se pone en juego el desplazamiento de los recortes que dibujan una filigrana en el pie. Los Cloe, para poner y sacar en un suspiro, perfectos para cuando deseás dejar los zapatos en la entrada, se luce con sus aplicaciones de argollas en plata que brillan en cada paso. Los Vegas están cerca de una zapatilla en su suela y contención, pero por el empeine se transforman en sandalia. Los Atenas birllan como diosas, con una especie de homenaje al charol vintage. Las Milán se dejan llevar por su nombre inspirador y son esas piezas que hay que tener sí o sí en toda temporada porque van a durar más de una.