18/09/2007 - Buenos Aires (EFE).- El gobierno argentino señaló que "no se han quedado quietas un solo segundo" las pesquisas para hallar a quien se considera el "primer desaparecido" desde el restablecimiento de la democracia en 1983, después de siete años de un cruento régimen de facto que dejó 30.000 víctimas.
Sin embargo, la causa por la desaparición de López no tiene detenidos, pese a que el gobierno de la provincia de Buenos Aires reveló que fueron investigadas por su presunta relación con este caso 549 personas, en su mayoría miembros de fuerzas de seguridad y militares, en actividad y retirados.
El albañil fue visto por última vez hace un año, cuando salía de su casa de la ciudad bonaerense de La Plata para presenciar la audiencia en la que se leyó el veredicto del juicio contra el ex comisario Miguel Etchecolatz, condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.
El testimonio de López, de 77 años, fue considerado clave para condenar a Etchecolatz, a quien el albañil había identificado como uno de sus torturadores cuando estuvo secuestrado durante dos años y medio por agentes de la dictadura.
Una de las manifestaciones más multitudinarias de hoy fue convocada en la capital del país por las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, que marcharon hasta la sede del gobierno argentino.
También hubo actos en las ciudades bonaerenses de La Plata, Trenque Lauquen y Bahía Blanca, y en otras del interior del país como Santa Fe, Rosario, Bariloche, La Rioja y Santiago del Estero.
En ninguna de ellas participó la familia del septuagenario, que hoy expresó que siente "bronca e impotencia" e insistió en que "no hay avances concretos en la investigación".
"Estamos muy mal. Mi madre está destruida. Estamos en democracia y mi viejo está desaparecido. No lo podemos permitir como sociedad", afirmó Rubén López, hijo de la víctima, en un breve encuentro con los periodistas.
"Después de un año no tenemos información. No hay nada. El propio juez de la causa nos dijo que no está conforme con la investigación, que para él es un fracaso", indicó antes de admitir que sigue creyendo en el presidente argentino, Néstor Kirchner, que prometió a la familia hacer todo lo posible para encontrar al testigo.
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, subrayó hoy que las fuerzas de seguridad han hecho "todas las diligencias" ordenadas por la justicia.
"Se han realizado cientos de allanamientos" en búsqueda de posibles pistas y "se harán todos los que los investigadores consideren necesarios", precisó al responder a críticas por la falta de respuestas en la causa.
La Secretaría de Derechos Humanos, en tanto, afirmó que es un "imperativo irrenunciable" recuperar con vida a López, que padece el mal de Parkinson.
"Reafirmamos el compromiso de que recuperar a Jorge Julio López con vida y detener a los autores de su secuestro es un imperativo irrenunciable, como parte de la lucha que a diario se libra contra la impunidad", dijo la cartera en un comunicado.
"Hay una demanda colectiva y un deber de justicia y de las fuerzas de seguridad de ahondar la investigación hasta lograr resultados", añadió.
El ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, se manifestó "optimista" respecto al esclarecimiento del caso, dijo que se trabajan sobre "pistas muy firmes" y, al igual que Fernández, defendió la investigación, que a su entender "ha tenido una intensidad extraordinaria".
"No creo que López haya sido elegido al azar. No tengo dudas de que su secuestro obedeció a su condición de testigo de cargo de uno de los casos más simbólicos de represión de la dictadura", declaró a la agencia oficial Télam.
Fuentes judiciales citadas por la prensa argentina afirman que hace nueve meses el juez del caso, Arnaldo Corazza, recibió un informe con las fotos de actos en los que aparecía López cerca de Raúl Chicano, ex secretario privado de Etchecolatz y cuyo domicilio fue recientemente allanado.
El aporte respondía al "evidente" seguimiento de López previo al secuestro, señalaron. EFE