22/01/2008 - Los manifestantes, convocados por el comité de empresa y el sindicato IG Metall, cuyo presidente, Berthold Huber, advirtió que un cierra "no dejará indemne a la marca Nokia", en alusión a las llamadas al boicot en el mercado laboral.
La manifestación fue convocada tras el anuncio la semana pasada del cierre de Bochum, cuya producción se deslocalizará a Rumanía o Hungría.
La canciller Angela Merkel ha intervenido ante el presidente de Nokia, Olli-Pekka Kallasvuo, al que expresó su "incomprensión", según afirmó la jefa del Gobierno en declaraciones a la radio pública NDR.
"Le he dicho claramente que me parece incomprensible tanto su política de comunicación como la forma en que se ha manejado todo", indicó Merkel.
La canciller ratificó su compromiso por hacer "cuanto esté en su mano" por ayudar a la plantilla de Bochum, aunque también que era "escéptica" respecto a que Nokia revise sus planes de cierre.
Representantes de la dirección del grupo y del comité de empresa se reunieron ayer para negociar, pero las conversaciones terminaron sin resultados, según fuentes de IG-Metall.
La reunión se realizó en un lugar secreto y a la misma acudió el propio presidente de Nokia, Kallasvuo.
Según medios finlandeses, las negociaciones continuarán la próxima semana en Finlandia.
La portavoz de Nokia, Arja Suominen, explicó a un medio finlandés que la dirección del grupo ya ha aprobado un "paquete social" que incluye indemnizaciones a los trabajadores despedidos de acuerdo a las leyes alemanas, aunque no quiso revelar cifras.
Este paquete contendría además ayudas para recolocar al mayor número posible de empleados de la planta de Bochum en otras empresas de la zona. EFE
Unos 15.000 trabajadores alemanes se manifestaron hoy contra los planes de cierre de la planta del grupo finlandés Nokia en Bochum (oeste de Alemania), lo que supondría la pérdida de al menos 2.300 puesto de trabajo. 