EconomÃa y Empresas | Guerra de aranceles
Empresarios argentinos en alerta por nuevos aranceles
El anuncio de Donald Trump sobre un arancel del 10% a productos argentinos sacudió al sector exportador. Preocupación por el impacto en la industria nacional, el empleo y la posible invasión de productos chinos en el mercado local.
10-04-2025
La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de aplicar nuevos aranceles del 10% a productos argentinos encendió las alarmas en el sector empresarial. El temor es claro: una pérdida de competitividad exportadora, en un contexto donde Estados Unidos representa el segundo destino de exportaciones nacionales, con más de US$6.400 millones en ventas durante 2024.
Pero el impacto no se limita al encarecimiento de las exportaciones. Empresarios también advierten sobre una potencial ola de importaciones chinas a bajo precio, derivada de la guerra comercial entre EE.UU. y China, lo que podría asfixiar aún más a la industria argentina, ya golpeada por el atraso cambiario y una mayor apertura comercial.
Ezequiel Tavernelli, director ejecutivo de Alacero, fue tajante: “Los países sin defensa comercial sólida podrían poner en riesgo más de 1,4 millones de empleos vinculados a la industria siderúrgica en América Latina”.
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA), también se alzaron críticas: “Mientras el mundo se protege, nosotros seguimos abriendo”, afirmaron, en referencia a la política arancelaria del Gobierno argentino, que ahora busca negociar excepciones al nuevo arancel.
En el plano agroexportador, Elbio Laucirica (Coninagro) y el consultor Javier Preciado destacaron preocupaciones particulares: sectores como el maní y la miel podrían perder terreno frente a países con tratados comerciales con EE.UU., como México, mientras que productos como la carne vacuna enfrentarían menos amenazas debido a su difícil reemplazo.
Un informe de la Cámara de Exportadores (CERA) reveló los sectores más expuestos al mercado estadounidense: aluminio (48%), limón (44%), miel (67%), uva (28%), azúcar (39%), entre otros. En contraste, productos como el litio, el oro o ciertos derivados del petróleo habrían quedado fuera de estos aranceles recíprocos, al menos por ahora.
Además, los productos investigados bajo la Sección 232 de EE.UU. —como el acero, el aluminio, y las autopartes— podrían enfrentar un recargo aún mayor del 25%. Esto pone al sector del aluminio en una situación crítica, ya que la mitad de sus exportaciones tiene como destino el mercado estadounidense.
Con un panorama aún incierto y negociaciones en curso, la pregunta que resuena en el empresariado argentino es una sola: ¿estamos preparados para competir en un mundo cada vez más proteccionista?