Sociedad | Vaticano
La muerte de Francisco: El legado de un papa que cambió la Iglesia
Desde su compromiso con los marginados hasta sus profundas reformas internas, el fallecimiento del Papa Francisco conmocionó al mundo entero. LÃderes, fieles y medios internacionales coinciden en un punto: su pontificado marcó un antes y un después en la historia del Vaticano.
21-04-2025
La madrugada del lunes trajo consigo una noticia que conmovió al planeta: el Papa Francisco falleció a los 88 años. El impacto fue inmediato y transversal. Desde los principales medios del mundo hasta los mensajes de líderes globales, todos reaccionaron ante la pérdida del primer pontífice latinoamericano, quien durante doce años sacudió las estructuras del Vaticano con una mirada profundamente humana, reformista y cercana a los más desfavorecidos.
El medio británico The Guardian no tardó en reflejar la noticia, calificándolo como un “Pontífice pionero” que luchó por los derechos humanos y cuyo deceso podría profundizar la división entre conservadores y reformistas en el seno de la Iglesia.
En simultáneo, The New York Times lo describió como un papa que “defendió a los marginados y se enfrentó a los tradicionalistas”. Una narrativa que se repite en otros grandes medios internacionales: la de un hombre que desafió la ortodoxia y revitalizó el mensaje eclesiástico.
The Times, también del Reino Unido, resaltó que su pontificado fue “tumultuoso pero transformador”, mientras que Le Figaró y Le Monde de Francia aportaron una mirada institucional y simbólica, destacando tanto el proceso del cónclave como el hecho de que Francisco fue el primer papa no europeo en más de mil años.
Desde Italia, Corriere della Sera confirmó que la causa del fallecimiento fue un derrame cerebral y que la ceremonia de confirmación de muerte se realizará este lunes por la noche. En tanto, La Repubblica subrayó el duelo global: “Desde líderes mundiales hasta ONG, todos lloran a Bergoglio”.
España también reflejó el suceso con profundidad. El País lo describió como un “vendaval social y reformador”, mientras que El Mundo recordó su llamado contra el rearme y su permanente exhortación a ayudar a los más necesitados.
The Washington Post optó por destacar su perfil humano, asegurando que su papado estuvo marcado por la “humildad y empatía” con las que transformó la función misma del sumo pontífice. Y desde América Latina, el diario O Globo remarcó la nueva sintonía del Vaticano con los desafíos del mundo: “Una Iglesia que habla al mundo”.
Más allá de los matices, todas las publicaciones convergen en una imagen común: la de un papa valiente, comprometido, sencillo y reformista. Un líder espiritual que, más allá del dogma, eligió caminar junto a los pueblos. En tiempos de crisis, desigualdad y desesperanza, Francisco no ofreció respuestas rígidas, sino presencia, escucha y compasión.
Y así, en medio del luto, el eco de su voz aún resuena, como si el mundo entero estuviese repitiendo lo que él sembró en sus años de pontificado. Porque más allá de los protocolos y los rituales, su legado es uno solo: una Iglesia que no teme cambiar para abrazar mejor al mundo.