Sociedad | Balcarce
¿Un dron para la seguridad rural o una inversión cuestionable?
Productores y fuerzas de seguridad advierten que la nueva tecnologÃa no compensa la falta de patrullajes y recursos en Balcarce.
27-02-2025
La reciente incorporación de un dron de vigilancia en Balcarce, presentado como un avance para los rastrillajes en la zona rural, ha generado dudas y reclamos. La aeronave, con base en La Matanza, es parte de un plan provincial que busca sumar diez de estos equipos, con un costo de 700 mil dólares cada uno. Sin embargo, su llegada ha coincidido con el reclamo del municipio por la falta de fondos en seguridad, ya que el 70% del sistema operativo es financiado localmente, cuando debería ser cubierto por la Provincia.
Además, la seguridad en Balcarce enfrenta otro problema: la falta de personal. Doce efectivos de la Patrulla Rural fueron asignados al Operativo Sol, dejando una cobertura insuficiente para una región de más de 400 mil hectáreas. En este contexto, productores agropecuarios advierten que la inversión en tecnología es insuficiente sin un refuerzo real de patrullajes y recursos.
"La presencia del dron está bien, pero necesitamos más policías en el terreno", reclamaron vecinos de la zona, reflejando la preocupación general. Mientras tanto, la Provincia sigue sin brindar soluciones estructurales, dejando en evidencia la necesidad de un enfoque integral en la seguridad rural.
En distintos países los drones se han convertido en herramientas clave para la vigilancia y seguridad pública
El uso de drones en seguridad ha demostrado ser efectivo cuando se integra con fuerzas operativas en el terreno. En Estados Unidos y Europa, los drones refuerzan patrullajes, monitorean protestas y ayudan en operativos antidrogas. En China e Israel, los utilizan con inteligencia artificial para el reconocimiento facial y el rastreo de amenazas en tiempo real. En Latinoamérica, México y Brasil los han implementado para vigilar zonas conflictivas y áreas rurales de difícil acceso.
Para que los drones sean realmente una solución y no un gasto cuestionable, los municipios deben asegurarse de que su implementación esté acompañada de recursos humanos, patrullajes terrestres y un uso estratégico en la prevención del delito. Sin planificación, su impacto es limitado y se convierte en una inversión sin resultados concretos.